LECCIÓN MENSUAL PARA LOS ESTUDIANTES
Por
la Sra. de Max Heindel
Febrero
1 de 1936
LA
REVOLUCIÓN EN PENSAMIENTOS RELIGIOSOS
en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=GYbpS_EHHWI&t=30s
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En un mundo cambiante de hoy hay un
levantamiento constante, un cambio de pensamientos parecido a la arena movediza
en las costas del poderoso mar. El pensamiento humano es maleable a los cambios
tanto en el mundo visible como en el invisible; y la mayor parte de los hombres
tienen pocos dominios sobre los pensamientos. El hombre es mentalmente aún un
niño, y su cuerpo mental es solamente una nube tenue.
El nacimiento del hombre en el mundo físico
es un evento cuadruplo, como nos dice Max Heindel; él es dotado primero de un
cuerpo físico; entonces durante los siete años primero ha de construir un
cuerpo vital; en el segundo período de siete años construye el cuerpo del deseo
que es completamente formado a la edad de catorce años, cuando la naturaleza
animal es muy indisciplinable, lo que se nota en un niño entrado en la
pubertad. Son indisciplinados sus deseos y las facultades mentales no pueden
refrenar estos deseos; él es todavía un niño mentalmente, aunque tiene cuerpo
de hombre hecho, y gobernar al niño es con demasiada frecuencia un problema
difícil.
Entre las edades de 14 y 21 años, empieza él a
construir la cuarta capa, el cuerpo mental, que es todavía tenue. Siendo este
el último vehículo adquirido, es aún en la condición mineral, por esto tiene el
hombre que trabajar con materia muerta en la construcción de la mente; esta
materia recogiese a cada renacimiento en un cuerpo físico. La mente es un
instrumento necesario para enseñar al ego a dominar los deseos. El animal es
guiado enteramente por el instinto, más el hombre, un ser presente, está
desarrollando lentamente su cuerpo mental que en algún tiempo lo será de ayuda
más importante que en estado presente en que no ha llegado a ser un cuerpo.
Cuando el hombre llegue al estado de
evolución en que comprenda que no debiera responder enteramente a los deseos y
emociones y que la mente debiera aprender a ser maestro, este tenue cuerpo
mental empezará a tomar forma.
Al presente el hombre está en el umbral de
un período mundial en que debe ir con la terrorífica marcha adelante del
sistema educativo. Los éteres que envuelven la tierra están llenos de un nuevo
elemento vibrante que responde al signo eléctrico y mental de Acuario; esta
vibración de una nueva era penetra todo, de manera que se esfuerza la humanidad
a coger cada oportunidad de perfeccionarse mentalmente. Por ser el cuerpo
mental, como antes dicho, una pequeña nube. No están gobernados siempre los
pensamientos del hombre, y están propensos a salir por una tangente, cogiendo
nuevas ideas, ahora por un impulso desenfrenado esforzándolas a otros, ahora
tan impulsivamente dejándolas para adoptar una nueva idea.
La mente popular siempre busca nuevas ideas
originadas en general, de un solo individuo aclamado y amado por la multitud. Esta popularidad usualmente dura poco, y el
jefe es quitado del pedestal y cubierto pronto bajo un alud de censura, y la mente
popular busca otro ídolo. Vemos que la
mejor parte de los hombres no piensa por sí, y sin saberlo, se dejan llevar
constantemente acá y acullá, dirigido su pensamiento por una mente más fuerte.
Tenemos un ejemplo en el caso del rapto y asesinato del pequeño niño
Lindberg. El pensamiento popular demanda
la pena de muerte para un hombre juzgado por evidencia circunstancial. Hace dos mil años que las masas populares
siguieron a unos crueles sacerdotes envidiosos que desearon eliminar un
poderoso rival, y repetían el grito, “Crucifícale”, sin comprender su parte en
el horrible homicidio. Actualmente la
mente popular está al punto de sacrificar al Gobernador humano de Nueva Jersey,
por motivo de su posición compasiva y su esfuerzo de probar al hombre Hauptmann
culpable o inocente. Según la evidencia
podrá ser inocente, y cada persona que sintiera odio y venganza contra este
hombre, fuera responsable a las leyes de Dios,
y él o ella formaren una deuda que registraren contra su alma los
Señores del Destino.
Siendo la mayor parte de los hombres bajo la influencia y dominio de la
mente popular, como hemos dicho, hay otro grupo de individuos más fácil a
influir; personas inclinadas a la religión, cuyo anhelo anímico a dirigido el
pensamiento o la solución del enigma y el por qué de la vida terrestre; ¿de dónde venimos? ¿Y que será la existencia futura? En este grupo de buscadores de la verdad,
hallamos la misma condición de inquietud.
Se escribe mucho en los periódicos y revistas del inquieto pueblo
andante, los miles sin empleo que erran por el país. Unos buscan empleo sinceramente; pero un gran
número que han recibido limosnas, no están tan ansiosos de hallar trabajo como
en años pasados, prefieren vagar, solo existir, vivir al gasto público pagado
por el pobre dueño de la casa, así que podrán vivir sin trabajar los vagabundos.
En
el campo de los buscadores de la verdad se encuentra la misma condición. En el mundo de hoy hay una multitud de
buscadores de la verdad, que van de una cosa a otra en busca del pábulo del espíritu, como los otros que desean mantenerse sin pagar al que les
alimenta. Así es que vemos a este buscador
de verdad que va de un guía espiritual a otro, para oír un discurso tras otro,
solicitando el alimento espiritual sin ofrecer ayuda ninguna al guía que le a
dado su pan espiritual. Ha leído de la
evolución del hombre y conoce las leyes espirituales, le han dicho instructores
y autores de los libros que ha leído, que habrá de pagar lo que reciba según
una ley natural, tanto en el plano físico como espiritual; llegado el tiempo de
saldo de cuentas, y este hombre tendrá que pagar cada maravedí que haya recibido con la intención de recibir algo
por nada, y será obligado a pagar la deuda.
Las Leyes de Dios son justas. “No os engañéis: Dios no puede ser burlado;
que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. (Gálatas 6, 7.)
Se
nos enseña que estamos en el Sendero de la Evolución y que debemos progresar y
desarrollarnos para poder ir con el progreso general y la evolución de la vida
terrestre. Si impedimos constantemente
este desarrollo en reino vegetal, en cierta clase de planta, con el tiempo
matamos el germen de la semilla y la planta muere.
Esta Ley rige tanto al animal como al hombre, especialmente en la ola de
vida más elevada, el hombre, porque se ha dado el germen de la mente, que únicamente
puede crecer y desarrollarse con el adelanto del espíritu. Si queda en una condición de inactividad mental,
tomando el alimento intelectual, sin digerirlo, llega un tiempo en que se
niegue a recibir más la mente. Esto parecido
al aparato digestivo cuando sigue llenándolo una persona, de un exceso de
alimentos, más que el debilitado estómago puede digerir, resulta una revolución
en el cuerpo, que se llama enfermedad.
Tal revolución que es lo contrario a la evolución, existe entre los
estudiantes buscadores de la verdad, no importa que trabajen con una orden
oculta o con las iglesias. Hallamos
entre ellos esta revolución que destruye el método de pensar, la crítica desfavorable
que se encuentra entre aquellos quienes verdaderamente anhelan lo sublime.
Unido uno de éstos vagabundos metafísicos con un grupo armonioso que
trabaja para cooperar y ayudarse, en breve tiempo, por criticar a los
directores, inspira el espíritu revolucionario.
Debido al estado interior inarmónico, esta persona inconscientemente
siembra la discordia entre otras, sin saber que reinaba el amor y la armonía
antes de su entrada en el grupo.
Infortunadamente este individuo es el primero que se declara contra las
reuniones en grupos, y dirá en todas partes que riñan lo miembros. Como esta condición existe en su naturaleza,
por consiguiente él cree que la halla en todas partes; pues, para poder vivir
en armonía con nuestro alrededor, antes debemos sembrar la armonía, y para ser
amados hemos de ser amables.
Si
este cambio mundial que enuncia el signo humano de Acuario ha de ser un período
en que vivifique el espíritu Universal y se descubra y brille la verdad del
espíritu, el hombre debe estar alerta a sus responsabilidades; desarrollar
dentro de sí el amor universal para toda la humanidad; dejar de juzgar al
prójimo. Si siente despertar en el alma
una nueva religión, esta inquietud interior no debe expresarse por un espíritu de
revolución. Él no debe juzgar la
religión del prójimo ni su modo de vivir, pues ¿quien sea tan sabio que podrá juzgar
los actos de otro? Pero este espíritu
recién despertado, que penetra aún los éteres de la tierra, podrá producir un
espíritu revolucionario en el pecho de algunas personas, que serían propensas a
dictar los principios y medio de otras, como hizo el Sacerdocio en el primer periodo
de la religión cristiana, hacerse dictadores de las vidas de otros hombres. O si pudiéramos aprender la lección de amor en
las enseñanzas del maestro sublime, el humilde Cristo, que nos dio el ejemplo
de amor y nos dejó su fórmula en el Sermón del Monte. Max Heindel da mucha importancia a la
necesidad de este amor en su poema “Cristo o Credo” de que la siguiente es
última estrofa:
"Sólo
necesita saber una cosa el mundo,
Hay
un bálsamo único para el color humano;
Una
senda sola conduce al cielo.-
La
senda de la simpatía humana y del amor"
The Rosicruciam Fellowship
Oceanside, California, U.S.A.
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